7/18/2021 0 Comments LA NIÑA QUE SE BEBIÓ LA LUNAEscrita por Kelly Barnhill “Aunque ambos podían ver los océanos de magia repiqueteando justo debajo de la piel Año tras año, los habitantes del Protectorado sacrificaban al bebé más pequeño del pueblo y lo ofrecían como tributo a la bruja que vivía en el bosque, con la esperanza de que ésta no les hiciera daño. A pesar de que nunca nadie la había visto, y tan sólo estaban seguros de su existencia debido a las historias que habían sido contadas de generación en generación, este ritual se había llevado a cabo desde que los miembros del Consejo tenían memoria. Lo que ellos no sabían es que realmente había una bruja en el bosque, pero no era la figura malvada que ellos imaginaban..., Xan era amable, servicial y tenía un gran corazón. Vivía acompañada de Glerk, el sabio Monstruo del Pantano, y de Fyrian, el Dragón Perfectamente Pequeño. Cada año, Xan viajaba a la arboleda, una pequeña depresión rodeada por cinco árboles antiguos, para recoger a los bebés que habían sido abandonados. A pesar de que siempre se había preguntado por qué los padres habían renunciado a sus pequeños, nunca se había propuesto averiguarlo, en vez de eso, los envolvía en sus brazos, les daba de beber luz de estrellas para que crecieran sanos y fuertes, y los llevaba más allá del bosque, a las Ciudades Libres, donde les escogía una familia. Sin embargo, uno de esos días, Xan alimentó por accidente a una bebé con luz de luna, dotándola de magia. Al darse cuenta de su error, decidió criar a la niña, a quien nombró Luna, como si fuera suya. Conforme ésta última fue creciendo y la magia en su interior iba surgiendo, Xan comenzó a debilitarse. Para evitar que Luna se lastimara o dañara a alguien más, la bruja detuvo su magia mediante un hechizo, el cual se rompería cuando la niña cumpliera trece años. Llegado el tiempo, la magia de Luna comenzó a surgir con peligrosas consecuencias. Al mismo tiempo, Antain, un joven del Protectorado, se había trazado como misión matar a la bruja, sólo así lograría liberar a su gente de la horrorosa tradición que por años había sumido al pueblo en una lúgubre neblina de tristeza. No obstante, lo que ninguno de los personajes de esta historia tenía en cuenta eran las aves letales que revoloteaban por el bosque, la mujer loca y con habilidades fuera de lo común que había logrado escapar de la torre a la que había sido confinada hacía trece años; el volcán, que llevaba siglos dormido y ahora comenzaba a rugir bajo la tierra, pero, sobre todo, a la mujer con corazón de tigre que, cobijada por la oscuridad de la noche, se encontraba siempre al acecho. Opinión personal: Yo sé que todavía no concluye el 2021, pero este libro es, quizás, el que más me ha gustado de todo lo que he leído hasta el momento. Lo amé con todo mi corazón y creo que se ha convertido en uno de mis libros favoritos; tenía mucho tiempo sin leer una historia que me atrapara y me involucrara como ésta lo hizo. Barnhill logró hacerme sentir que estaba allí, viviendo al lado de cada uno de sus personajes, sintiendo lo que ellos sentían, y encariñándome con cada uno de ellos al grado de que no quería cerrar el libro, no quería despedirme. Mi favorito sin duda fue Glerk, ese Monstruo del Pantano con la descripción física más extraña que he leído (y al que sigo sin lograr encontrar forma en mi imaginación), Glerk, ese poeta…, tiene todo mi corazón. La construcción y narrativa de la historia es hermosa. El mundo fantástico que nos presenta Barnhill, está compuesto por tres escenarios: el bosque, el cual está lleno de peligros, secretos olvidados y de un volcán enorme que parece no estar del todo dormido. Las Ciudades Libres, las cuales viven en armonía y felicidad. Y el Protectorado, un lugar sombrío, donde la tristeza se esparce hasta el último rincón, pero, sobre todo, donde los engaños y el poder mantienen al pueblo sumido en oscuridad e ignorancia. Profundizando un poquito más en los personajes, todos son increíblemente hermosos y Barnhill se aseguró de dotarlos con voces e historias únicas. Y algo muy valioso que me gustaría mencionar es que hay una belleza en la manera en la que la autora va entretejiendo y cruzando los caminos de los personajes; cada historia, cada secreto, cada misterio toma su lugar ayudándonos a completar y descubrir lo que esconde el rompecabezas que Kelly ha construido; todos son indispensables, no hay ningún personaje que esté de más o que no desempeñe un rol importante. De todos los personajes que conocemos en la historia, los tres principales que me gustaría rescatar, mi golden trio de esta novela, son: Xan, Glerk y Fyrian. Desde el primer momento en el que son presentados, nos damos cuenta de que ya eran una familia, mucho antes de que Luna llegara. Xan para mí representa a la abuelita chida que todos quisiéramos tener, no sólo porque hace magia sino porque hay algo en ella que simplemente hace que la amemos al extremo. Glerk es la figura protectora, que constantemente se preocupa por el bienestar y la seguridad de Xan y de Luna (al dragoncito lo quiere, pero lejitos); es el amigo que te conoce y descifra a la perfección. Y el pequeño Fyrian es como el sobrino un tanto irritante y que no se puede estar quieto en ningún momento pero que ama a profundidad a su Tía Xan, a Glerk y a Luna. Claro que hay más personajes que merecen ser mencionados, como la Devoradora de Tristezas, Antain y la mamá de Luna, pero los que más resonancia tuvieron en mí, fueron estos tres. Y espero con ansias el día en que pueda regresar a visitarlos y revivir esta historia. De todo corazón, La niña que se bebió la luna, es una joyita que tiene que ser leída (sin importar la edad que tengas).
0 Comments
Leave a Reply. |
Archivos
agosto 2021
Categorías |